domingo, 6 de mayo de 2012

remember when you used to shine...

Estaba ahora mismo leyendo en Twitter, y me desesperé. 
No por nadie en concreto, sino por el ambiente general. Quejas, todo quejas. Infelicidad. Inseguridad.

Estoy harta de la infelicidad. Estoy harta de vivir en una sociedad marcada por la infelicidad, la presión de encajar, la presión de juzgar y ser juzgada. 
¿Por qué no podemos ser felices?
¿Por qué no podemos dejar de quejarnos, dejar de pensar en los malos momentos? 
De esa manera, sólo conseguimos perdernos los muchos otros buenos momentos de nuestra vida, mientras ellos pasan ante nuestros ojos.
¿Por qué no podemos buscar la felicidad dentro de nosotros? 

Tanta inseguridad... inseguridad que ha traído nuestra sociedad afanada por juzgar. La hemos traído nosotros mismos, y ahora no sabemos cómo deshacernos de ella. 
Podríamos empezar por NO juzgar. Podríamos empezar por vivir a nuestra manera. Podríamos empezar por dejar de querer encajar en el "mejor sitio" y pasar a mostrarnos tal y como somos de verdad. No vamos a estar solos. Siempre habrá alguien que sea como tú. Pero claro, es mucho más fácil escudarse en algo que no eres, para evitar problemas. Es mucho más fácil ver los problemas de los demás y reírse de ellos... 

La vida no es perfecta. Quien crea eso, siento desilusionarle. No lo es. Nunca lo será. ¿Por qué? Porque nadie es perfecto. Ningún ser humano encarna la perfección tal y como nosotros la imaginamos. Pero sí encontramos personas que son, en cierto modo, perfectas para cada uno. Que están en la misma onda. La perfección para mí es encontrar a esas personas y vivir tu vida junto a ellas. Y hacer de cada situación y cada momento que vives, el mejor momento. Ser feliz, a tu manera. Si hay algo que odio realmente, son todas esas personas que pintan que su vida es tan idílica y perfecta, pero luego son las más infelices. Esas personas que mienten y dicen ser una cosa, sólo por quedar bien, o sentirse aceptadas por los demás. ¿De qué te va a servir eso? Los verdaderos amigos, las personas que realmente van a poder ayudarte y van a estar ahí para lo que sea, serán aquellas que sepan cómo eres de verdad, las que te conocen y a las que les importas. Y sobre todo, las que te aceptan con todos tus errores, manías y pequeñas locuras... las que te aceptan tal y como eres. 

Por favor, dejad de pretender. Dejad de juzgar. Concentraos en buscar la felicidad por vuestra cuenta, está dentro de vosotros. Sed vosotros mismos. No hagáis que nuestra cultura derive aún más en esa gran masa monótona de personas que son iguales, que no son felices, que sólo juzgan y rechazan aquello que es diferente. 

La clave está en deshacerse de la inseguridad. Y eso sólo se consigue si por una vez, somos sinceros ante nosotros, y deja de importarnos el "¿Qué dirán?". Que digan lo que quieran. 
Cuando tú eres tú mismo, nada ya te va a arrebatar la felicidad. Volved a brillar, humanos, volved a apreciar los pequeños momentos, las cosas diminutas, los detalles... volved a vivir y sed felices. Que es lo que importa.

Vivir ahora, vivir siempre, y no verse en los últimos días pensando ¿Qué he hecho con mi vida?    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonic Screwdriver