En la oscuridad, ella está sola, lo ha echado todo a perder, ya no hay esperanza, ni posibilidad de seguir como antes... todo ha acabado, se le ha ido de las manos... justo como le han dicho que pasaría. Desea ver un destello de luz en algún lado, pero no hay nada. Absolutamente nada.
-No, no debes de dejar de creer en ti misma. No debes dejar de intentarlo. ¡Has de ser fuerte!-, dice una voz dura pero no maligna, simplemente está un poco alterada. Ella suspira, más bien solloza.
-Pero... es tan difícil...- susurra ella, y se escucha otro sollozo.
-Nadie ha dicho que fuera fácil...- responde la primera, con la misma dureza.
-Alexia...- vuelve a susurrar, casi inaudible esta vez.
Ahora el suspiro viene de la primera voz, de Alexia. -Cariño...-, su voz se ha suavizado notablemente. -La vida es una continua prueba, un continuo examen, dónde vas a tener que superar obstáculos. Porque como en todo, tendrás una meta... esa meta es conseguir aquello que más quieres, y para ello vas a tener hacer todo lo posible, vas a superar todos esos obstáculos y más... todo lo que te echen a la cara, porque sino no vas a conseguir tu meta.- Ella nota la mano de Alexia en su hombro. -No estás sola en la vida, no pienses eso jamás. Siempre vas a tener a alguien que te apoye, siempre me vas a tener a mí, pero ten clara una cosa: Si no crees en ti primero, si no estás segura de que vas a ser capaz de hacer todo lo que te propones, todo se nos va a la mierda. Aunque crea yo en ti, si no lo haces tú primero, no nos sirve de nada.- le dedica una sonrisa, ella sólo puede mirar a Alexia, con ojos llorosos. Ya está cansada.
-Sé que estás cansada, pero no debes tirar la toalla ahora, que has llegado tan lejos... no te retires ahora del campo de batalla...- Alexia le guiña un ojo, siempre tan segura de sí misma. Ella desea ser en todo momento como Alexia, desea no tener esas dudas que le atormentan por las noches, que hacen que llore y llore, que pierda la esperanza...
Alexia ríe por lo bajo. Ella la mira sorprendida.
-No desees ser como yo... tú eres yo... y yo soy tú...-
-Eso es mentira, tú eres fuerte y esperanzada... yo...-
-¡Tú también lo eres, no me contradigas!- algo de la dureza del principio vuelve a la voz de Alexia. Ella se asusta, pero en seguida Alexia esboza otra sonrisa. -No temas, sabes que no debes hacerlo... hazme caso, tú puedes hacer todo lo que hago yo, porque eres yo. No llores, porque eres fuerte y sé que puedes triunfar. El que no arriesga, no gana... tú te arriesgaste, y en cuanto te arriesgas, los obstáculos se volverán cada vez más complicados, pero no inmóviles... tú puedes con todo... sólo.... confía en ti... siempre...- la voz de Alexia se desvanece al mismo tiempo que lo hace su cuerpo, pero la fuerza de sus palabras permanece en el aire, y ella aún puede sentirla. -Cariño... no... dejes de intentarlo... y conseguirás... lo que mereces...-
Ella cierra los ojos, dejando que la esencia de Alexia la inunde. Cuando vuelve a abrir los ojos, es otra persona. Sigue estando en la oscuridad, pero le gusta. Es Alexia, y sabe lo que tiene que hacer.
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