viernes, 21 de octubre de 2011

18 and life.

El título de esta entrada era muy previsible conociéndome a mí y a mis gustos de música, lo admito.

Unas semanas y pico teniendo 18 años, y no me siento diferente. Bueno, ya sé que enseñando el DNI no me van a prohibir entrada a ningún sitio y esas cosas, pero en realidad no ha cambiado nada. Sigo siendo la misma de siempre. Con un año más. 
Pero seguro que os interesa qué es lo que me hicieron mis grandiosos amigos ese mismo día de mi cumpleaños. 
Os lo voy a contar.
La cosa era bastante flipante, empezó todo a eso de las 22 de la noche, cuando estábamos en una sala de estudio jugando a Juego de Tronos. Bueno, estábamos jugando un amigo y yo cuando vino mi adorado arácnido zorril y me vendó los ojos. Es una cosa que me apasiona, que me venden los ojos y empiecen a guiarme como unos retrasados por ahí (nótese el sarcasmo). Me pusieron algo en un hombro y algo en la cabeza. Yo llegué a pensar que era un cubo de basura. Empezaron a hacerme subir escaleras, bajarlas otra vez, volver a subirlas, nos metimos en el ascensor, y... empezaron a llamar a varias puertas de habitaciones. Si la gente abría, yo tenía que saludar. (Cómo os quiero, de verdad...)
Me hicieron bajar a la cafetería, yo era el grandioso espectáculo de la gente allí cenando.
Un rato más tarde, subimos a mi habitación, me quitaron la venda de los ojos y vi mi habitación llena de globos y de comida (que en mi habitación suele escasear, todo hay que decirlo, xDDDD). Me permitieron mirarme al espejo y entonces mi lo que llevaba puesto: Un bol de ensaladas de acero, con dos cuernos de cartulina pegados a él y un gran dieciocho de papel. Es decir, un casco de vikingo house-made. Ah, y un pañuelo rojo en plan banda. Iba hecha una fiesta, sí señores.
Pero ahí no acaba la cosa. Que me puse a buscar regalos. De una manera muy peculiar. Me he olvidado que en una mano me habían colgado una bolsa de basura llena de papelorios, y que tuve que ir con eso todo el rato por media Resa.
Los papelorios eran pistas para encontrar los regalos, tenían números escritos y juntos formaban una historia. Yo los tenía que poner en orden y reconocer las pistas:




Me encantó. Tengo que decir que me encantó hasta el infinito. Aquí adoro a Pinkadelika y sus grandes artes del dibujo.
Al final acabé con un póster del segundo logo de Guns n' Roses (el del tatuaje de Slash, el de la calavera con el sombrero y tal), unos pendientes de gato y una guía universal del Rock de los años 70-90. Ah, y un día más tarde me regalaron también la biografía de AC/DC. (Y si tenemos en cuenta que en breves me llegarán las biografías de Slash y de Bob Dylan se puede decir que voy a empezar a hacer colección de biografías del rock... xDD)


Pues nada, cenamos (la tarta que hizo mi arácnido estaba muy buena) y luego nos fuimos de fiesta a Argüelles a los bares heavys, con más gente. Muchas gracias a todos, porque me lo pasé tremendamente bien.
Bonitos 18, sí señor.


Y nada, con esto me voy hoy, que ya tardaba en escribir esta entrada.
Cheers, people. 

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