domingo, 20 de febrero de 2011

los límites son imaginarios.

Estos días he vuelto a pensar sobre el concepto libertad, todo aquello que puede significar y lo que conlleva.
Para mí, la libertad es algo muy importante. El poder ser libre, poder ser y actuar como yo quiero y como yo soy, es un fundamento en mi vida para sentirme bien.
Pero lamentablemente, no siempre miramos lo que de verdad nos haría sentir bien y agusto con nosotros mismos. Nos dejamos condicionar por muchas cosas, y al final, sólo acabamos poniéndonos límites. Y los límites no son buenos. Nos acortan esa libertad que todo el mundo debería de tener y disfrutar de ella plenamente, nos encierran, nos reprimen.
Un factor condicionante: La Sociedad. Que vayas así no está bien visto, que pienses, digas, hagas esto no está bien visto. Empezarán a hablar sobre tí, te mirarán mal, cotillearán, no te aceptarán... todo porque tú eres diferente a esa gran masa de estúpidos clones que sólo saben que copiar la personalidad y los hábitos del más fuerte.
Aunque en realidad, el mayor condicionante y el que puede poner los peores límites somos nosotros mismos. Pensando que esa forma de vestir no está bien vista, que si piensas, dices, haces eso no está bien visto, que van a hablar sobre tí, te van a mirar mal, cotillearán y  no te aceptarán. Porque eres diferente. Destacas.
Claro, que cuando te das cuenta de ello y lo quieres cambiar, porque no te quieres sentir como un estúpido clon, siempre habrá alguien que te quiera inculcar lo contrario, que te quiera mandar, que cree saber como deberías de vivir tu vida. A tomar por saco.
Sólo sabes como vivirla, como debes hacerlo, y sobre todo cómo quieres hacerlo.

Así que, a pasar de los prejuicios, la gente controladora, y a ser nosotros mismos. Que eso es lo que de verdad nos hace sentir realizados.

Cheers.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonic Screwdriver